La Infanta Elena, devastada en el funeral de uno de sus grandes amigos
La Infanta Elena no ha querido faltar al entierro de José María Álvarez de Toledo Gómez-Trenor en Segovia. El marido de Rita Allendesalazar, una de las grandes amigas de la duquesa de Lugo, fallecía la pasada semana a los setenta y tres años, tal como adelantaba la edición digital de la revista ¡Hola!.
No han trascendido más detalles sobre la muerte del aristócrata, conde de la Ventosa, cuyo entierro acaba de celebrarse este fin de semana. Una celebración reducida a la que no ha faltado ni la duquesa de Lugo ni su hija, Victoria Federica. Ambas vestidas de negro y, en el caso de la Infanta Elena con gafas oscuras, han querido acompañar a la familia de Rita Allendesalazar. La Duquesa se ha mostrado muy afectada por esta triste noticia, de hecho, a pesar de las gafas oscuras, se podían intuir sus lágrimas.
La Infanta Elena con su hija. / Gtres
Victoria Federica, también de negro, también estaba consternada por la muerte del aristócrata. Es más, ella misma publicó hace unos días en su perfil en redes sociales unas emotivas palabras de San Agustín, probablemente dedicadas al conde de la Ventosa: «La muerte no es nada.Yo solo me he ido a la habitación de al lado. Yo soy yo, tú eres tú. Lo que éramos el uno para el otro, lo seguimos siendo».
La pasada semana, el diario El Norte de Castilla informó sobre una visita de la Infanta Elena y su hija a la zona de Valladolid. Una escapada que podría haber tenido algún tipo de relación con la muerte de Álvarez de Toledo, aunque no se ha confirmado. Este medio afirmaba que doña Elena se encontraba en la ciudad por una visita privada, en compañía, además de su hija, de un grupo de amigos, entre los que se encontraban la propia Rita Allendesalazar y Virginia Oñate, entre otros.
Hace unos días se instaló la capilla ardiente en el tanatorio de San Juan de la Cruz. No faltó doña Elena, que quiso apoyar a la familia en este complicado momento. De la misma manera que la duquesa de Lugo ha estado presente en el último adiós al aristócrata en la localidad de Muñopedro, donde el matrimonio tiene una finca a la que ha acudido con regularidad la Infanta. A pesar de que el conde de la Ventosa era originario de Valencia, su voluntad ha sido descansar en Segovia, donde se sentía como en casa.
La Infanta Elena con Rita Allendesalazar. / Gtres
Una estrecha amistad
La duquesa de Lugo mantiene una relación muy estrecha con Rita Allendesalazar desde hace décadas, y con el que ha sido su marido desde que la pareja contrajo matrimonio en el año 1986. Es más, durante la etapa más complicada del confinamiento por la crisis sanitaria, se pudo ver tanto al conde de la Ventosa como a su mujer participando en una videollamada en la que cantaban el tema Resistiré. Un encuentro en el que no dudó en participar la propia Infanta Elena.
Rita ha sido uno de los mayores apoyos de la Infanta Elena durante años, especialmente a raíz de su ruptura y posterior divorcio de Jaime de Marichalar. De la misma manera, la duquesa de Lugo estuvo al lado de su amiga tras la muerte de su madre hace cinco años y ahora también ha acudido para estar con ella.